MATTHEW
WILLIAMSON

Matthew Williamson visitó la primera boutique de Kurt Geiger dentro de El Palacio de Hierro Polanco.

Texto Alonso Escudero FOTOgRAFíA Bechus

Lo conocí hace 10 años, cuando Matthew vino a Acapulco, invitado por una revista, para ser uno de los tres jurados de la final de un reality que impulsaba a jóvenes promesas de la moda. En esa ocasión también lo entrevisté, pero sus circunstancias eran muy distintas a las de ahora. ¿Qué sucedió en la carrera y en la vida del diseñador inglés durante la última década? Ésta es nuestra conversación.

Matthew, la última vez que nos vimos estabas en un momento muy importante de tu vida profesional. Tus creaciones eran usadas por las grandes actrices de Hollywood en las alfombras rojas más importantes del mundo. Años después, diste un gran giro a tu vida y te iniciaste como diseñador de interiores. Hoy regresas a México a presentar una colaboración especial con la marca inglesa Kurt Geiger. ¿En qué radica todo este ir y venir? ¿Tienes un deseo particular de reinventarte cada cierto tiempo?¿O simplemente esa es la realidad actual de todos los creativos?

› Nada ha sido planeado. Simplemente así se ha dado. Trabajé en la industria de la moda por veinte años. Me encantó ese periodo de mi vida, pero siempre he tenido una fascinación y curiosidad por el interiorismo. Desde que era pequeño. Para mí, los dos mundos (moda y decoración) siempre han estado conectados. Creo que si una mujer compra algo fabuloso: ya sea un vestido, unos zapatos o un bolso… ¡También debe tener unos cojines espectaculares en su sala! Ahora estoy de regreso en la moda, pero por tiempo limitado (risas). Recibí una invitación muy especial por parte de Kurt Geiger (se pronuncia “cort gaigr”) y no he podido rechazarla. Ha resultado increíble porque, tanto la marca como yo, vemos las cosas con los mismos ojos.

Kurt Geiger fue fundada en 1968. Es muy conocida en el Reino Unido. ¿Cómo presentarías la marca a los clientes de El Palacio de Hierro que aún no la conocen?

› Es una firma que históricamente ha celebrado la magia de los colores y todo lo que éstos pueden provocar. Me parece que los mexicanos disfrutarán todos sus juegos cromáticos y combinaciones, únicos de Kurt Geiger. Son como un estallido que hace que el corazón lata mucho más rápido. Es una marca sumamente optimista, llena de energía y desenfadadamente feliz.

¿Todas sus colecciones son llamativas?

› Sí, siempre. Y, entre más extravagantes, mejor. Se sabe que los mexicanos son muy aventureros con el uso del color y que les gusta experimentar con la moda, confiamos que Kurt Geiger se vuelva una de sus marcas favoritas en poco tiempo, pues siempre buscará presentar piezas originales y divertidas que rompan toda clase de reglas.

Kurt Geiger tiene un lema: “Hacer todo al estilo londinense”. ¿Cómo defines el estilo que nace en Londres?

› Estoy tan acostumbrado al estilo inglés que es un desafío poder describirlo. Londres es una mezcla de culturas y eso se ve reflejado en las calles. Algo claro es que ahí todos pueden expresarse con libertad y ser quienes quieran ser. Entonces creo que su estilo está relacionado a la libertad, a la ausencia de reglas o definiciones. Esto crea, de una u otra manera, cierta excentricidad única en la ciudad.

Ahora vives en Mallorca, ¿te sientes influenciado por el estilo de la isla?

› Desde luego. No necesariamente de manera consciente, pero estoy seguro de que cada día cambia mi visión de las cosas. Donde vivo es una zona muy rústica, no está muy desarrollada. Sin duda, mi trabajo se ve inspirado por el lugar en el que habito. No tengo duda, por ejemplo, que este viaje a México, también me traerá varias nuevas ideas.

¿Cuál es tu primer recuerdo de Kurt Geiger de cuando eras niño?

› Mi primera memoria con la marca es con mi mamá, en los setenta. Yo tenía alrededor de diez años y ella había organizado una comida en el jardín de la casa. Todos los invitados habían llegado ya, yo estaba ahí, observándolos. La mayoría de ellos iban vestidos de negro, o al menos en una paleta de color bastante neutra. Finalmente, mi mamá hizo su entrada triunfal. Bajó las escaleras en un vestido repleto de color, estilo Pucci. Sus zapatos –de plataforma de caucho– eran Kurt Geiger. Fue memorable. Mi madre era luz y todos los demás, como luciérnagas, se sentían atraídos hacia ella. Eso fue hace casi cuarenta años… ¡Y aquí estamos ahora!

La marca usa el arcoíris como su símbolo. ¿Qué representa el arcoíris para ti?

› Libertad. Siempre ha sido el símbolo de la esperanza, de un mejor mañana. Aquello que encuentras al final del camino después de una tormenta.

¿En qué radica tener talento para diseñar estampados?

› Uf, no lo sé. Sólo hago lo que hago. Regreso a ese momento con mi mamá en el jardín de mi casa. Esa misma reacción de sorpresa se repetía cada mañana, cuando la veía vestida para ir a trabajar. Ella era recepcionista en un consultorio oftalmológico y ayudaba a los pacientes a elegir los marcos que mejor le fueran a su tipo de cara. Siempre me decía: “Si no me veo fantástica, ¿cómo voy a convencerlos de que compren un determinado tipo de armazón?”. Contestando a tu pregunta, lo aprendí de ella. Todo lo que me dijo tuvo cierto efecto en mí. Ese mismo interés que ella mostraba por la ropa, yo ahora lo tengo por el color y por los estampados.

Ahora que eres papá, ¿hablas de estas cosas con tu hija? Vi una foto de tus vacaciones en Tulum en tu Instagram (@matthewwilliamson) donde ella traía puesto un vestido hermoso. ¿Tú la ayudaste a elegirlo o ella tiene ya su propio estilo?

› Creo que es irremediable que ella absorba algo de mí. Lo que yo hago, al ser interiorista, se ve por toda la casa: en las paredes, en los techos. Ya sea que sólo esté poniendo la mesa para la cena, ella observa que yo elijo con atención las servilletas, las velas, las flores, etc. Ella es muy curiosa y, lenta pero segura, va absorbiendo todo lo que ve. Algún día, no tengo duda, cuando ella esté un poco más grande, tendremos grandes debates sobre estilo.

¿Para ti, cuál es la diferencia entre armar un look y armar una habitación?

› Muy poca, la verdad. Yo veo un cuarto como un lienzo en blanco al que hay que vestir de abajo hacia arriba, pues no creo que puedas hacer que un espacio luzca fantástico si el piso está terrible, por ejemplo. A partir de una base sólida puedes hacer que todo lo demás funcione. En la moda, el secreto está en los accesorios. Son los que hacen que un look se vea terminado y único. En una habitación, cambias las almohadas y el resto luce distinto. En moda, agregas un bolso y unos zapatos de temporada y estás lista para conquistar al mundo.

La moda luce increíble sobre una alfombra roja. ¿Una alfombra roja funciona también en interiorismo?

› Para empezar, no creo que la moda real vaya bien en una alfombra roja. Las calles son la verdadera alfombra roja de las personas auténticas. La alfombra roja es la plataforma del negocio de la moda, pero no hay nada que pueda compararse a ver a una mujer, impecablemente vestida, sentada en una terraza disfrutando de una hermosa tarde con sus amigas. Son las personas como ella las que inspiran a todos los demás.

¿Y la alfombra roja funciona en el mundo del interiorismo?

› Te voy a contar una anécdota, cuando compré mi primera casa, pensé que sería chic pintar el comedor en rojo laqueado, así que compré la pintura roja más brillante que encontré. Lo cubrimos de color, de piso a techo, y colgamos un enorme candelabro. ¿El resultado? ¡Nos arrepentimos casi inmediatamente! El espacio se sentía opresivo, cargado, enojado. Quizá para una ocasión especial, una cena, por ejemplo, ese cuarto se vería genial, pero no para vivirlo todos los días. No tardamos mucho en regresarlo a su estado original (risas).

Aprovechando que estamos hablando de color, el amarillo es el tono oficial de El Palacio de Hierro. ¿Cuál es tu objeto amarillo preferido?

› Si nos ponemos muy técnicos, hay miles de amarillos. Mi objeto amarillo favorito es más bien un espacio:  mi recámara. Es completamente amarilla. Es un tono más bien pálido. Un día me pregunté: “¿en qué color me gustaría despertar todos los días?”, “¡Amarillo!”, fue mi respuesta. Fue un gran acierto porque tiene un efecto bastante optimista. Además, en la noche, es hermoso. Con la luz se torna dorado. Es un color muy fácil para vivirlo.

Estoy intrigado, dijiste que pintaste tu comedor de rojo solo para ver si funcionaba tu idea. ¿No realizas algunas pruebas previas? ¿No haces un render en la computadora para visualizar los posibles resultados? ¿Normalmente es así como trabajas?

› Yo nunca trabajo en la computadora. La tecnología y yo no somos amigos. ¡Pero el color y yo nos llevamos muy bien! (risas) No le tengo nada de miedo. Tengo una visión muy clara de las cosas. Siempre he pensado que pintar un espacio es la opción más efectiva para ver los efectos específicos que el color produce en un lugar en específico. Si no funciona, se cambia ¡y listo! Quizá el haber pintado todo el comedor de rojo brillante fue un poco extremo, tal vez bastaba con pintar un metro cuadrado y sentirlo durante una semana.

Me dices que no utilizas ningún tipo de programa para diseñar, ¿no tienes temor de la Inteligencia Artificial? Con ella se pueden crear estampados en cuestión de segundos.

› No tengo un miedo particular por la IA. ¡Tengo miedo a las computadoras en general! (risas). Claro que puedo reservar una mesa en un restaurante con mi celular, pero no mucho más. Yo soy de pluma y papel. Por lo general, trabajo armando moodboards, poniendo retazos de tela y muestras de materiales sobre una mesa. Así puedo darme cuenta si funcionan juntos. Todos mis prints son realizados a mano. No creo que ninguna tecnología pueda reemplazar algo que requiere alma y emoción.

¿Cuál es tu postura ante las tendencias?

› Soy creativo, así que no me interesa seguir las tendencias. Representan una estética que estará vigente sólo por un tiempo limitado. No me interesa crear algo que no tendrá ningún uso el día de mañana. Debemos vivir responsablemente en este mundo. Ya no hay lugar para lo desechable. Mi guardarropa está lleno de ropa vintage, mi casa está llena de piezas vintage. Son cosas que me gustan hoy y que me gustarán aún más en veinte años.

Estás por lanzar tu nuevo libro. ¿Qué nos puedes contar sobre él?

› Estoy muy emocionado. Se llama Living Bright y está editado por Thames & Hudson. El proyecto tomó más de tres años en completarse. No cabe duda que la industria editorial funciona a un ritmo mucho más lento que la moda o el diseño de interiores. He tenido que ser muy paciente. Es un coffee table book que hace un merecido homenaje al color. Cada capítulo presenta las múltiples posibilidades de un tono en particular, pero no creas que estoy hablando de los clásicos neutros (colores tierra, beige, gris o blanco) y que son comúnmente utilizados en interiorismo. En realidad, es una guía práctica –repleta de consejos y hermosas fotografías– que invita al lector a descubrir su propio estilo. A aventurarse a pintar su mundo con maravillosos juegos cromáticos. En él muestro mis casas de Londres y de Mallorca, así como muchos otros ejemplos de espacios sumamente inspiradores. Saldrá a la venta a finales de octubre, ¡pero ya se puede pre ordenar! (risas).

Una pregunta más, la última vez que nos vimos fue hace una década. ¿Dónde crees que podríamos vernos de nuevo en diez años? ¿Qué te ves haciendo en el 2033?

› Esa es una muy buena pregunta. Si nos volvemos a reunir en diez años, me verás haciendo algo que me haga feliz. Seguramente tendrá algo que ver con lo que hago actualmente, ¡porque amo lo que hago!

KURT GEIGER

La icónica marca londinense abre su primera boutique en México dentro de El Palacio de Hierro Perisur, Santa Fe y Monterrey.

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